Hoy os enseño una actividad que hemos hecho con los más peques... en el colegio, les ha encantado y es una forma divertida de acercarnos a la naturaleza, al cuidado del entorno. Pueden vivir todo el proceso mediante una actividad lúdica y os puedo asegurar que esperan con expectación que las semillas germinen...
Sólo necesitamos:
- Cáscaras de huevo.
- Un poco de tierra para macetas o serrín.
- Semillas: nosotros hemos utilizado alpiste.
Lo primero es preparar las cáscaras, para que tengan bastante hueco hay que intentar abrir el huevo por encima de la mitad, lo he hecho dando golpecitos con un cuchillo y separando la cáscara con cuidado.
Después, con un punzón, he hecho un pequeño agujero en la base, para que pueda drenar el exceso de agua.
Ahora viene lo divertido: Hay que explicarle a los niños que tienen que tener cuidado puesto que la cáscara es frágil y se rompe con facilidad. Lo primero es dibujar las caras...
A continuación ponemos un poco de tierra en el interior de la cáscara, un puñadito de semillas y un poquito más de tierra... compactamos un poco con el dedo y lo colocamos sobre un vasito o la huevera para darle estabilidad y evitar que se caiga...
Es importante que las semillas se mantengan con un poco de humedad pero sin "ahogarlas", esto es lo más difícil porque a los niños les encanta regar...
Aproximadamente en una semana empezarán a germinar y en un par de semanas ya estarán crecidas las plantitas...
Os aseguro que es una buena actividad para hacer en el cole, previo a trabajar en el huerto escolar, como complemento a ciencias naturales... o en casa para pasar un buen rato...
¿te animas?
