miércoles, 20 de enero de 2016

Cómo secar naranjas


En realidad os voy a enseñar el procedimiento que yo sigo para secar rodajas de naranjas. Una vez secas las podemos utilizar para realizar centros de flores, ambientadores, guirnaldas... Es sencillo y duran muchísimo tiempo sin estropearse.

En primer lugar seleccionamos las naranjas...





A continuación las cortamos en rodajas, aproxímadamente de un centímetro de grosor ya que al secarse reducen un poco su tamaño...

Se pueden seguir dos métodos, depende de la paciencia que se tenga cada uno para hacer las cosas...
El primero consiste en dejar las rodajas extendidas al sol, sobre un papel secante y de vez en cuando irles dando la vuelta para que se sequen por igual... Esto nos puede llevar varios días.

Pero como yo suelo tener poca paciencia utilizo el segundo método: secar las rodajas de naranja utilizando el horno...
Colocaremos las rodajas en la bandeja de horno, mientras precalentamos el horno a una temperatura baja: 75º - 100º máximo... Con el horno calentando arriba y abajo, sin grill y sin ventilador... si utilizamos el grillo o el ventilador corremos el riesgo de quemarlas o de que se oscurezcan demasasiado


Introducimos las rodajas en el horno y vamos comprobando como van secándose. Hay que estar pendientes de que no se quemen... de vez en cuando las sacamos y les damos la vuelta para que se sequen por igual en ambos lados de la rodaja... Mientras dura el proceso tendremos toda la casa con un agradable olor a naranja...




Y este es el resultado... Sólo comentar un pequeño detallle... no penséis que se van a quedar totalmente secas, se quedan algo flexibles pero las podéis utilizar perfectamente para cualquier proyecto que se os ocurra...

jueves, 14 de enero de 2016

Ambientador natural

Si queréis que vuestra casa tenga un aroma otoñal esta es una propuesta muy sencilla: elaborar ambientadores naturales con productos que tenemos en la cocina: naranja, clavo y canela... y si tenéis estrellas de anís...







La elaboración es bien fácil,  sólo hay que clavar los clavos directamente en la naranja, si tenéis un rallador de cítricos podéis hacer dibujos cortando la cáscara y pinchar los clavos en las líneas dibujadas. Sólo hay que tener en cuenta que las salpicaduras que desprende la naranja cuando se ralla producen manchas muy difíciles de quitar, por lo que es recomendable tener cuidado.

Otra cosa que podéis comprobar comparando las dos naranjas con clavos es que la naranja con la cáscara rallada se estropea mucho más rápido que la que no está rallada.



 Ponemos en un cesto las naranjas, unas ramas de canela y unas estrellas de anís y  pasamos de un sencillo cesto con naranjas a un centro que perfumará cualquier estancia con un ambiente otoñal.