Como se ve son unas cajas de madera sin tratar, con un calado en la tapa que resulta precioso...
Manos a la obra... A desmontar las cajas, guardando los herrajes para volver a ponerlos al final...
preparamos las cajas como siempre: lijamos con una lija de grano fino, para dejar la superficie suave, pegamos algunas partes que se habían despegado... todo con mucho cuidado porque la madera es muy fina y puede quebrarse...
Como queríamos que el calado resaltara lo máximo posible optamos por dar una pintura color marfil en las tapas, tanto en el interior como en el exterior... dos manos, dejando secar entre una y otra y lijando un poco si fuese necesario ya que a veces se levanta el grano de la madera cuando damos la primera capa.
Para pintar utilicé pintura de tiza, que cubre muy bien y da una textura muy agradable. Una vez estaba seca la segunda mano en lugar de cera, como se suele hacer cuando se da está pintura, le dí una mano de barniz incoloro para proteger la superficie, eso sí satinado, que no me quería mucho brillo. De este modo se podrá limpiar sin problemas...
La otra parte de las cajas las he tratado con barniz tinte color nogal satinado, ya sabéis una mano - secar - lijar suavemente - segunda mano - secar....
Y este era el resultado una vez seca la pintura y el barniz y colocados los herrajes....
pero claro me puse a imaginar como quedarían con algún detallito más y busqué a ver que podía ponerles... optando por unos adornos en color bronce que van a la perfección con los tonos de la caja y los herrajes que ya tenían...
Ahora sí os muestro el resultado final con los herrajes añadidos....
os muestro los detalles....
Espero que os gusten.....