Esto es un trabajo fácil de realizar... lo tenía pendiente de hacer desde hace muchísimo tiempo... pero siempre se quedaba "para la próxima"...
La historia de esta pieza es sencilla... es una hermosa pieza de fundición que encontré en un mercadillo de segunda mano... y claro no me pude resistir... aunque confieso que estuve a punto, porque pesa bastante... y pasear con ella no era muy recomendable...
Tenía un bonito color verde con algo de óxido... que ha ido perdiendo con el paso del tiempo y el avance del óxido, pero es un objeto resistente y perfectamente recuperable, por lo que espero que siga formando parte de la decoración de nuestra terraza durante muchos años...
Con mucho óxido y necesidad de una renovación...
Todavía se apreciaban algunos restos de pintura verde pastel en la superficie...
Lo primero que he tenido que hacer es tratar el óxido... olvidaros de lijar ... y esas cosas...
En el mercado disponemos de un producto fantástico que neutraliza el proceso de oxidación y nos facilita mucho el trabajo:
Este producto se aplica directamente y la brocha que utilicemos se limpia sólo con agua, lo que facilita mucho el trabajo...
Es importante utilizar un plástico para proteger de posibles salpicaduras la superficie de trabajo...
He comenzado a aplicar el producto por la parte de abajo... es de color blanquecino... pero luego cambia... no es necesario lijar el óxido, sólo limpiar bien con un trapo o un cepillo los restos de polvo y suciedad que pudiera haber.
Y luego seguimos por la parte superior...
Una vez que hemos aplicado el producto por toda la superficie esperamos a que actúe...
Es fácil ver el resultado porque el producto cambia de color y las zonas afectadas por el óxido se vuelven de color negro... hay que respetar los tiempos de secado indicados en las instrucciones del producto.
Como todavía quedaba mucho óxido he aplicado otra capa de producto antióxido... Una vez acabe de actuar el producto podremos pintarlo del color que deseemos...
Y este es el resultado... todo el óxido "controlado"... he decidido dejar esa sombra de rojiza y no pintar sobre la tapa del sumidero, me gusta el aspecto que tiene... por lo que sólo he aplicado un barniz protector en spray...
He comenzado a aplicar el producto por la parte de abajo... es de color blanquecino... pero luego cambia... no es necesario lijar el óxido, sólo limpiar bien con un trapo o un cepillo los restos de polvo y suciedad que pudiera haber.
Y luego seguimos por la parte superior...
Una vez que hemos aplicado el producto por toda la superficie esperamos a que actúe...
Es fácil ver el resultado porque el producto cambia de color y las zonas afectadas por el óxido se vuelven de color negro... hay que respetar los tiempos de secado indicados en las instrucciones del producto.
Como todavía quedaba mucho óxido he aplicado otra capa de producto antióxido... Una vez acabe de actuar el producto podremos pintarlo del color que deseemos...
Y este es el resultado... todo el óxido "controlado"... he decidido dejar esa sombra de rojiza y no pintar sobre la tapa del sumidero, me gusta el aspecto que tiene... por lo que sólo he aplicado un barniz protector en spray...
de este modo protegemos la tapa de hierro de los daños del agua...
también hay que proteger la parte de abajo...
y una vez seca ya está lista para ocupar su lugar en la terraza...
Que será cubrir el poco estético sumidero de la terraza...
Me encanta poder darle vida a una pieza antigua... y además sigue haciendo su función original...
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